Análisis: Hachiman

Tal y como hicimos con las mitologías nórdicas y aztecas en colaboración con Tierra Quebrada, y tras el artículo que hicieron de los panteones japoneses, ahora toca hablar de sus dioses, empezando por Hachiman.

Nos encontramos frente al Dios de mayor coste del panteón japonés, ni más ni menos que 8P, y acorde con ello posee una inmejorable F5 y un PM9, números máximos hasta la fecha. Sus claves son aparentemente igual de útiles: Guerrero, una de las más usadas, y Fuego, que nos protege de Antorcha. Y he dicho aparentemente porque es difícil combinar Guerrero en un mazo japonés, aunque alguno lo habrá intentado o habrá buscado el hueco de Hachiman en otros panteones.
Además su habilidad requiere el acompañamiento de mortales disponibles para poder destruir mortales enemigos. Para sacarle partido dependerá  de lo que juegue el oponente y de si tenemos la necesidad de destruir a uno de los nuestros para sacar ventaja. 

Podemos destacar también la existencia de la Katana de Hachiman, una arma que reduce su coste si se la equipamos a él, lo que nos daría una fabulosa F8, aunque es difícil de ver en mesa.

Con todo ello vemos que tenemos a un personaje poderoso, pero caro, con una habilidad que puede imponer pero algo limitada. Una de las cartas que más puede ayudarle es Yasutaki, ya que gracias a su habilidad nos permitirá acelerar su salida y más adelante nos puede servir para sacrificarlo. También contamos con El Despertar para ayudar a su aparición en mesa, que si podemos jugarlo en un turno junto a Preparación es la manera más rápida de disponer de Hachiman.

Otra carta que sin duda debe tenerse en cuenta al jugar al Dios Japonés es el Embrujo de Freya, ya que podemos destruir potencialmente a dos mortales enemigos, pero hasta que no pase su prohibición deberemos pensar en otras opciones si queremos jugarlo.

No tenemos que olvidar que estamos hablando de una carta que apareció con GDM I y el juego ha ido evolucionando mucho hasta llegar a Invasión Primigenia, lo que ha ido dejando al olvido a este poderoso personaje a cambio de un juego más agresivo, sin que apenas se jueguen mortales y dioses en el mismo mazo. Pero creo que debemos esperar un poco para ver como se comportan los Primigenios para decidir si Hachiman debe volver de su letargo y ocupar el lugar que le corresponde, usando quizás Legiones de la Tumba para ayudarle en un mazo de dioses o incluso podría darse el caso de que fuera un aliado para los dioses de Mitos de Cthulhu, al disponer de mortales en gran cantidad en R'lyeh.