La previa que hoy os presentamos tiene claras reminiscencias a las glorias del pasado. Era Divina nos presenta Tonbogiri, un arma de cuño japonés, heredera de lo que fue antaño Yari y que a buen seguro será complemento ideal para despliegues de mazos que se centren en evitar el normal funcionamiento de las cartas del rival. Seguidnos en su análisis.
La carta que hoy proponemos para analizar se puede decir que es parecido al Yari, ese arma que de incluía en muchos mazos para darnos la oportunidad de obstaculizar el uso de las habilidades de los equipos que llevaran los personajes enemigos y cuyo canto era en influencia, al igual que Tonbogiri.
Sin embargo, la carta de Era III sólo nos permite “bloquear” equipos que sean invocaciones, por lo que no soporta la comparación con su predecesora. Aún con todo, sigue manteniendo los mismos números que Yari y destrozando las posibilidades de uso de invocaciones que activen su habilidad en Enfrentamiento sí o sí, mientras que serán alternos los turnos en los que hagamos lo propio con las que se canten en Influencia. Y con un pequeño añadido a nuestro favor, estaremos obligando a jugar al oponente con esa invocación, mientras que nosotros podremos esperar o incluso inducir al error por esa presión a la que Tonbogiri le someterá.
Otra premisa a tener en cuenta será la interesante simbiosis que Svártalfaheim o Jotunheim le ofrece, panteones sobre los que poco a poco van rotando una serie de cartas que empiezan a crear toda una estrategia al estilo “007 contra el Dr No” y que van a ser barajas con toda seguridad muy duras y difíciles de batir: Belgermir, Angrboda, Gridda, Skadi… y las que nos seguirá ofreciendo a buen seguro GDM9 serán a buen seguro integrantes de una nueva concepción de baraja nórdica más allá de lo que representó Asgard como máximo exponente.
Por lo tanto sí, no es un Yari, pero no dudéis de ella, se va a jugar. Pertenece a ese grupo de cartas "Haters" que tanto gustan a muchos jugadores y de las que permiten estropear lo suficiente una estrategia rival hasta el punto de hacernos ganar la partida.
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