miércoles, 30 de diciembre de 2015

Previa Era Divina - Svártalfaheim - Reseñado por su creador, Dabla.


La previa de hoy es especial, una de las cartas más esperadas, ya que este panteón nórdico es el resultado de las ideas y el esfuerzo de Dabla Hernández, el ganador del Campeonato Nacional/Mundial celebrado la temporada pasada. Además, tenemos la suerte y el privilegio de que sea él mismo quien hable de su creación, Svártalfaheim, explicándonos todo el proceso de creación y sus posibilidades de juego. Desde aquí nuestro agradecimiento y sincera admiración a uno de los mejores jugadores de Guerra de Mitos.






Ganar el Nacional/Mundial 2015 trajo consigo muchas ventajas…
Fama, gloria, que te inviten a eventos Vip, más fama, grupies, una black card, aún más fama… y el privilegio de crear un panteón.

No quisiera aburriros subiendo imágenes de mi nuevo ático con piscina, ni el deportivo que me ha regalado GDM Games, ni las chatis que estoy conociendo últimamente en los mejores clubs de Barcelona… esta vez me he prometido intentar no daros envidia y ceñirme a lo que me han preguntado sin apenas exagerar….

Proceso creativo...

Crear un panteón no ha sido tarea sencilla… y menos mal que ya te dicen que ha de ser nórdico (de haber ganado este año con indios habría creado el Far West, lleno de vaqueros y colts para todos).

Si nos paramos a ver las habilidades de los panteones, son cartas ya existentes de designios pero “mejoradas”. Es decir no hay nada “nuevo”, así pues, tenía ciertas referencias y bastante claro que no me podía salir mucho del tiesto.

No con mucho esfuerzo llegue a la clara conclusión de que todos deseábamos un panteón fuerte, versátil, rápido, eficaz, capaz de mirar cara a cara al todopoderoso Asgard…. con toda la claridad del mundo….
Influencia: Yomi de 20, tracatrá. Y me quede más ancho….

La mayoría de testers del grupo quedaron asombrados ante tal despliegue imaginativo de ese pedazo de panteón pepino… claro que otros se rieron… reacción lógica cuando estás nervioso y te muestran el panteón perfecto, el panteón que ellos mismos habrían diseñado pero no tuvieron el valor ni el coraje de implicarse en el.

Aun así, decidí cambiarlo a última hora para no desmoralizar al grupo, y entre vítores y alabanzas nos pusimos a trabajar en serio.

Veamos, ¿qué tienen los nórdicos? ¿A qué juegan? ¿Qué hacen sus panteones?
Asgard es un impresionante acelerador… cuanto mas aceleres más rápido bajas troncos y mas te pegan.
Nilfheim, dopa a los bichines… al principio parece que no son mucho… pero en turnos 3 ó 4 tienen una pegada demoledora.
Y Nivaldevir…. ¿En serio alguien juega con Nivaldevir?... lo dicho Asgard mola.

Así pues, si los nórdicos están enfocados al combate “directo” debíamos elegir una habilidad distinta para Dablaheim (como internamente lo llamamos). Algo más “Control”… pero control de verdad, no el de ganar puntos de poder (nunca entenderé esa relación).

Hay dos tipos de panteones en el juego (actualmente).


a) Los que te ayudan en el juego, trabajan con tu mecánica. Como R`yleh que hace bichitos para tus “primis”, o Asgard que acelera, o El dorado que te da puntos de poder.

b) los panteones de “puteo”. En este caso apenas hay, ya que “Taka”, La orden o “Amenopuente” son MUY neutralizables si sabes cómo encararlos, pero dejo como claro ejemplo Mitclan, o Duat… que te casca un oráculo enterito “rico, rico, pal descarte”.


Quería que cuando la gente viese un Dablaheim delante pensase…. “puffff… a ver que me lía”… es decir... lo mismo que sentimos cuando tenemos un Duat delante..


Una vez elegida la temática, y el “carácter”, vayamos a la habilidad:

Robar, robar y robar…. Esa era la idea del panteón…
Que me bajas un troncho pepino tipo Zeus… Tranquilo que te quito la habilidad y me la pongo yo.

Esa fue la idea inicial… probada y reprobada…. Sin embargo con las cartitas que están por llegar… de las que no os voy a contar nada :D ejemmpfffffffffelfososcurospffffsss…. Se hacía un tanto….”quita Asgard, déjame paso”.

En una segunda vuelta… un mesecito después, eliminábamos la habilidad (Plaga de ranas) o, nos la copiábamos (Tzoplantis)… sin embargo la mayoría de las veces o no nos interesaba lo que copiar, o directamente el enemigo no tenía habilidades para copiar (véase mazo de Criaturas, o Iluminación), así que casi siempre se trataba de eliminar….o directamente no usábamos el panteón.

Al final… y ya casi, casi, con el tiempo cumplido, dejamos el panteón en un “eliminar la habilidad de un pj o equipo”, lo que viene siendo una Plaga de ranas y un Yari ( para esos momentos en los que aparecen Amrita y Yari).

Quizá parezca sencillo crear un panteón desde cero, tomaos vuestro tiempo y pensar que crearíais vosotros. Y recordar que el día de mañana vuestro contrincante lo llevará contra vosotros (así que no os paséis dopándolo).



Jugando con y contra Dablaheim.

O Tengu, adiós…. Hela, adiós….M, cuidadín con quien meditas no se pegue una larga siesta…. Ese Arco de Itaca, no me gusta…. Así que quieres ganar 10p con esa Vara de Hermes y Kali... sería una pena si…….


Esa es la idea de Dablaheim/Svárltalfheim (es que es difícil de escribir hasta haciéndole copy&paste).


Nos da seguridad… nos da tranquilidad… de por si no está roto… no mata… no acelera, no nos dopa…. Pero nos deja jugar alegremente… de la misma forma que cuando jugamos un panteón Mitclan (con la penalización de que este hay partidas en que lo usamos turno si, turno no).

Tenemos un panteón con 19 puntos de poder, estable, fiable, y sencillo de usar, que intentaremos sea el nuevo referente de los jugadores más noveles.

¿Pero qué pasa si lo tenemos en contra?.... Pues que debemos tener en cuenta de que la mayoría de nuestros combos/tácticas con nuestros personajes se van a ir al traste… que deberemos esperar a que Dablaheim haga su efecto para empezar a pensar en tácticas (mientras… solo haremos cosas básicas).

Tocará empezar a meter Samsara (para poder utilizar las habilidades de enfrentamiento, o tocará quedarnos en el campo de batalla donde no nos pueden hacer objetivo con Vuelo del águila o Arco de Marduk.

Y por último… tocará empezar a meterse un par de Amrita… que últimamente parece que la gente no suele llevar ninguna. Es decir, o nos protegemos contra este panteón con cartas que no nos servirán de mucho contra otros o dejamos que nos martirice un poquito, la decisión es vuestra.

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