viernes, 9 de octubre de 2015

Duat:5 de Dioses


       

Bienvenidos todos a un nuevo artículo. En esta ocasión, será Duat quien marque las cinco cartas que hemos elegido para comentar en su estrategia de juego en cuanto a la baraja de Dioses. Este panteón egipcio se presta a múltiples formas de juego y por eso hay disparidad entre las cartas elegidas. Allá vamos:



- IMHOTEP.- Posiblemente una de las mejores cartas del juego. El por qué hay que buscarlo en su rasgo, Invocador, y sobre todo, en su habilidad de Influencia. Ganar casi siempre tres puntos de poder sobre él mismo nos hará la vida más fácil a la hora de elegir dónde colocar desde La manzana de la Discordia, Amuletos varios y toda una serie de equipos sin tener que meditar para rellenarlo, sólo nos exige tener en mesa de uno a tres recursos. Además, con la llegada de la última ampliación, Daga ritual será una eterna compañera de viaje de este personaje, ya que maximizaremos aún más si cabe su habilidad. Puede que no encaje bien en barajas de corte agresivo, pero desde luego en todas las demás, incluso fuera de Duat, será un más que bienvenido artista invitado.



- GUIZA.- Es uno de los recursos que sólo podremos incluir si decidimos jugar panteones egipcios. Como tal, para barajas que tratan de ganar por Dios de Dioses es fundamental, ya que casi siempre, alcanzar ese objetivo dependerá del resultado y la diferencia de ese tira y afloja entre los puntos de poder que se ganan o pierden cada turno. A tal efecto, Guiza es básica, ya que serán tres las más de las veces los puntos de poder que nos aportará al panteón. Cuanto antes esté en mesa mejor, ya que unida a cartas como Rokstenen o Templo Shitennoji, nos darán mucha capacidad de hacer posible el “Objetivo 30”. Además gracias a cartas como Los cuatro generales,

- Akher o Planos de arquitecto podremos acelerar su presencia en nuestro juego y defenderla en mesa de posibles amenazas. Una de las cartas que deberemos controlar son los palacios de Moctezuma, que equilibrarán nuestra ventaja de una forma muchas veces insuperable.

                                                       

- HORUS.- Este dios egipcio encuentra acomodo en la mayoría de los mazos que usan Duat de corte “militar”. Veamos por qué: Su coste cinco en relación con su fueza, tres, no parece ni mucho menos elevado. Además, su rasgo Dios hará que Preparación, El Despertar y cartas similares nos hagan poder jugarlo más rápido de lo que sería normal en las partidas. Además, su habilidad es a todas luces desequilibrante, ya que podemos jugar no sólo con su potencial, sino de un elenco de cartas a su alrededor para hacer que los personajes en el enfrentamiento del oponente tengan muy pocos puntos de poder sobre ellos. Ojo, su habilidad sólo quita dos contadores, dos y sólo dos; no podremos quitar sólo un contador de un personaje.




- WESTMINSTER.- Es uno de los recursos más odiados cuando lo tenemos enfrente en una partida. Es muy molesto. Su habilidad de quitar un P no sólo de un personaje en el Panteón si no también en un oráculo nos ayuda a que el rival se piense muy mucho en dejar puesto alguno sobre sus cartas si éstas no salen al Panteón en Transferencia. Es una gran ayuda contra panteones como Loka o Asgard. Si esto no fuera ya suficiente, este recurso de los hijos de Albión puede volver a usarse con el Talismán de Aire, copiarse con Muork y aliarse con otras cartas para que los personajes rivales apenas puedan pagar el coste de ir a batalla.




- PERET.- Incluyo un evento en la lista. Y es que son muchos los recursos que pueden ser elegidos dentro de nuestra baraja de Dioses. Es la carta que nos puede hacer ganar uno o dos turnos al comienzo de la partida y eso, no tiene precio. Es a los recursos lo que las Luces del Norte a los personajes. Dinamizar los oráculos es uno de los objetivos de las estrategias basadas en frenar la capacidad agresiva de nuestros oponentes cuando no será correr más que el adversario para desplegar una estrategia parecida a la nuestra.



Y hasta aquí el recorrido por una de las dos caras, mazo de Dioses, que nos ofrece este formidable panteón. Ha sido muchas otras cartas las

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