Análisis: Tutankamón

Tras el descanso navideño, volvemos a la carga con más análisis de cartas de GdM III, en este caso vamos a ver a Tutankamón.

Tenemos a otro mortal de coste 4 con F2 y PM6, con la utilizadísima clave Guerrero y la decorativa, por ahora, Faraón. Con esto, poco se distingue de otros personajes previamente analizados, como podría ser Rey Escorpión o Engwar, así que como siempre tendremos que ver qué habilidad posee para ver su utilidad real. 

Tal y como vimos en Ópera de Sídney,  una de las temáticas explotadas en GdM III es la de anular los eventos usados por parte de nuestros oponentes, y Tutankamón es uno de sus exponentes. Su habilidad tiene el doble uso de espiar un oráculo y luego eliminar una carta en él. Debemos tener en cuenta que una vez activada la habilidad su efecto no es optativo, por lo que aunque nos pueda interesar que el evento pueda resolverse, éste deberá ir al descarte sin ninguna consecuencia adicional. Con esto, tenemos un pequeño control sobre los oráculos de nuestro oponente (o incluso de los nuestros si la situación lo requiriese), y más si tenemos la opción de jugarlo en pareja.

Aunque a simple vista parece evidente el uso de Tutankamón con el panteón de Nut, ya que podemos descartar un evento a nuestro rival para luego robarlo con su habilidad, también puede ser un gran aporte para Duat, ya que tras eliminar un oráculo del oponente podemos controlar mejor su juego o incluso nos puede servir para determinar que oráculo destruir.

Lo peor que podemos decir de la carta, es que se trata de un mortal, ya que en el ambiente actual se destila mucho el juego con Dioses, aunque pueda ser rescatado gracias al uso de cartas como Karonte para contrarrestar el destrozo de Duat o usado con la Orden, aunque su coste pueda perjudicarlo frente a otras opciones.